¡¡¡El conflicto de las perspectivas!!!
Los desacuerdos
que dividen a una pareja pueden provenir de las diferencias fundamentales en la visión que tienen de sí
mismos y el uno del otro.
Esas diferencias pueden hacer que, en el futuro, los incidentes al parecer triviales impulsen a los
cónyuges a romper la relación.
Laura y José eran personas muy diferentes. Laura era profesora adjunta de arte en una escuela diurna privada,
mientras que José trabajaba como programador en computación y sus perspectivas individuales estaban cerradas para el punto de vista del
otro.
Al presentarse una situación cada uno ignoraba el
signifiado que el otro le asignaba, de manera que daban más explicaciones
negativas a las acciones del otro de las que
hubieran dado si armonizaran más entre sí.
Laura tenía miedo al abandono, José no lo sabía, la veía testaruda y
dominadora. Como Laura no se daba cuenta de que José se sentía amenazado por el
“atentado” a su libertad, lo consideraba egoísta e insensible.
Ambos creían que la sensatez de las propias interpretaciones era evidente
para cualquiera y que la actitud del otro demostraba ser poco razonable.
Por la diferente estructura de personalidad, no pueden
considerar el problema de la misma manera, de modo que esa clase de choque es
inevitable.
Debido a sus perspectivas
rígidas, cada uno es incapaz de comprender la idea que el otro se forma
acerca de la situación.
Las investigaciones realizadas en la Universidad de
Maryland, por el psicólogo Norman Epstein y sus colegas, indican que durante los malentendidos, es más
probable que los cónyuges descontentos
se atribuyen mutuamente móviles negativos, que las parejas que tienen mayor comunicación.
¿Qué tipo de vínculo es el tuyo?¿Con cuál te identificas?
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