Libro: “Falacias del amor” Autor: Roxana Kreimer
(4° parte)
“Es el amor. (...) La hermosa
máscara ha cambiado, pero como
siempre es la única”. (Jorge Luis Borges, El amenazado)
Reflexionar sobre el amor constituye un verdadero desafío
en momentos en que los cambios científicos se tornan vertiginosos, cuando es
posible escindir por completo la sexualidad de la reproducción, cuando los
métodos de fertilización asistida plantean cambios que apenas alcanzamos a
vislumbrar, cuando asistimos a cambios sustanciales como la disolución de un
modelo de familia centrado en la crianza de los hijos.
Encuentro que el amor puede
exceder en mucho el período del enamoramiento o del amor pasión.
El amor-acción o
amor-compañero es un amor de más largo alcance que implica querer al otro
porque se lo conoce y se goza de su presencia y no de su ausencia, una relación
en la que el paso del tiempo puede estrechar el vínculo y convertirse en un
dato a favor y no en contra, y en la que es posible sobrellevar los problemas
que necesariamente alcanzan a toda relación humana duradera.
Creo que el amor en sus múltiples formas
tiene un fuerte componente emancipador ante la lógica ascética del trabajo y
del deber. En un mundo cosificado y hostil;
el amor aún representa el reino de la gratuidad.
Encuentro que un desafío
importante para el individuo contemporáneo es el de aceptar el carácter
problemático del amor frente a las imágenes idealizadas de gran cantidad de representaciones
culturales.
La pareja sigue siendo el ámbito donde es
posible aunar una ética de la ternura con el sexo, cultivando
al amor como un arte, es decir, aprendiendo del error para barajar nuevamente
las cartas de uno de los juegos más bellos y antiguos del mundo.
…CULTIVAR EL AMOR COMO UN ARTE…