…EL PODER DEL PENSAMIENTO NEGATIVO…
Karen, una diseñadora de interiores, contó cómo había llegado un día a su
casa emocionada e impaciente por comentar con su marido, Ted, algunas buenas
noticias. Le acababan de adjudicar un contrato lucrativo para decorar las
oficinas de un importante estudio de abogados. Cuando llegó, empezó a contarle
el éxito inesperado en su carrera, él pareció distante y desinteresado. Ella pensó: “Yo en verdad no le importo.
Solo está interesado en sí mismo”
Su exaltación se evaporó y, en lugar de celebrar con él, Karen se fue a
otra habitación y se sirvió una copa de champán. Mientras tanto, Ted, que se sentía algo abatido ese día
por un contratiempo en su trabajo, pensó:
“Yo en verdad no le importo. “Ella sólo
está interesada en su profesión”
Cuando se frustran las grandes expectativas de los cónyuges, éstos son propensos a llegar
a conclusiones negativas del estado
de ánimo de su pareja y el estado de la relación.
NO PODEMOS LEER LOS
PENSAMIENTOS DE LAS OTRAS PERSONAS.
Esta clase de malentendidos y lectura mutua del pensamiento es mucho más frecuente en las relaciones
humanas de lo que pueden suponer las parejas.
Nuestro sistema
mental falible nos predispone a malinterpretar
o exagerar el significado del comportamiento de la otra persona, a dar explicaciones negativas cuando
estamos decepcionados y a proyectar una
imagen negativa sobre los demás.
Entonces actuamos de acuerdo con esas
interpretaciones erradas y atacamos la imagen muy negativa que hemos
proyectado.
Así se genera un círculo
vicioso de ataque y revancha.
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