viernes, 11 de junio de 2021

 

Este soy yo, en este momento, no lo niego. ¡¡¡LO ACEPTO!!!

A partir de aquí cada experiencia de vida conlleva un aprendizaje. ¿Tengo la habilidad necesaria para revolver la situación de manera positiva?

¿Por qué los cambios nos cuestan tanto?

Varias disciplinas; la neurociencia, sociología, psicología, nos han confirmado lo que todos nosotros sabemos muy bien: el cambio es difícil. Y esto es una verdad.

El cambio es, al mismo tiempo, delicado, frágil, caótico y complejo.

Una de las razones principales de esta dificultad es que los sistemas complejos, como la mente humana, tienden a la homeostasis, es decir, a equilibrar el movimiento en una sola dirección, con mínimos movimientos compensatorios en la dirección opuesta.

En otras palabras, si te sentís confortable con tus pensamientos, emociones y comportamientos, entonces sos consistente como persona. Pero si no, entras en conflicto.

Cambiar muchas veces implica entrar en conflicto.

Esto significa admitir que comportamientos de tu pasado estaban mal o simplemente no te hacían feliz, y esta ruptura con el pasado es un gran disparador de ansiedad.

Ansiedad que se establece por la inconsistencia entre lo que hiciste —o cómo lo hiciste— en el pasado y tus nuevas creencias del presente.

Cambiar es aceptar que no siempre vas a estar bien, ni siempre vas a tener razón, ni siempre vas a querer lo mismo para tu vida porque, por suerte, vamos evolucionando.

Si miro con atención mis pensamientos y emociones en cada situación de vida, esto me permitirá: conocerme a mí mismo. Aceptando las vivencias como propias, cada una de ellas nos llevara a estar en permanente cambio.

“El tipo de vida que vivirás mañana

comienza con tu mente del hoy”

JOE BATTEN

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

  Libro: “Falacias del amor” Autor: Roxana Kreimer     (4° parte) “Es el amor. (...) La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre e...